VI Encuentro de dramaturgos de la Región de Murcia. PREENCIA/ AUSENCIA del autor en el teatro contemporáneo ¿Por qué sigo escribiendo teatro?

VI Encuentro de dramaturgos de la Región de Murcia. PREENCIA/ AUSENCIA del autor en el teatro contemporáneo ¿Por qué sigo escribiendo teatro?


Seguimos con la reflexiones. En esta caso la forma es teatral. El turno es de Jesús Galera. Como ya sabéis el germen del tema de este encuentro fue este texto de Roberto Cossa (para leerlo solo tenéis que pinchar aquí.)


Nadie.

Un escenario vacío. Entra el Autor y se dirige a un público lleno de lectores.

AUTOR: Yo, autor de teatro, autor de literatura dramática, escribo para que se me lea, para que se me represente, para que quien me lea lo represente mentalmente o en un escenario…

Hace años que decidí no ponerme limitaciones y escribir lo que me parezca…
hace años que decidí no dar indicaciones simples en los apartes…
hace años que decidí no dirigir al director…
hace años que decidí no dirigir al lector…
En la medida de mis posibilidades intento escribir metáforas, metáforas en acción o simple poesía escénica. Puede resultar pretencioso pero ese es mi objetivo.
He dejado de tener la tentación de dirigir la escena como autor…
he dejado de pensar en dar soluciones escénicas…
Intento ser libre solo dejándome acotar solo por las pocas reglas que podría marcarme el juego escénico.Ahora bien, querido lector, querido interpretador escénico, querido director de escena…, no me traiciones. Haz tu lectura, haz una relectura, crea desde mi texto…, pero no me traiciones. Si yo digo blanco, no digas negro; si yo digo suelo, no pongas cielo; si yo pongo risa, no pongas
llanto… para mi cada palabra cuenta, cada palabra es un mundo en sí misma.
No me utilices como una excusa…,
Trabaja conmigo. Estoy dispuesto a ser tu compañero, a colocarme a tu lado, incluso detrás de ti. Cuando termino una obra queda libre y ya es tuya. Te la cedo generosamente. Si decides elegirme, si decides dedicarme tu tiempo… puedes faltarme al respeto, puedes destrozar mi obra, puedes tratarla con cariño, puedes escupir sobre el papel e incluso reinterpretarme, reescribirme…, ¡Pero no me borres! ¡No me utilices como excusa! ¡No te lo voy a permitir!

Varios lectores se levantan desde un perplejo patio de butacas.

LECTOR 1: ¿Quién es usted?
LECTOR 2: ¿A usted quién le representa sus obras?
LECTOR 3: ¿A usted quién le lee?
LECTOR 4: ¿A usted quién le conoce?

Silencio. Se oye al Autor tragar saliva.

AUTOR: Nadie.

Y el autor se desdibuja hasta hacerse invisible. El público, enfadado, sale sin entender nada.