VI Encuentro de dramaturg@s de la Región de Murcia. ¿Quién es el creador de la historia?

VI Encuentro de dramaturg@s de la Región de Murcia. ¿Quién es el creador de la historia?


El sábado día 3 de diciembre, en el Centro Párraga de Murcia, tuvimos el VI Encuentro de dramaturg@s de la Región de Murcia. El tema propuesto para este Encuentro era PRESENCIA/ AUSENCIA del autor en el teatro contemporáneo. Como germen partimos de un texto de Roberto Cossa que podéis leer pinchando aquí.

Durante esta semana iremos compartiendo los distintos textos que fueron creándose para el debate y la reflexión. Uno cada día de la semana. Empezamos con el texto de Natalia Y. Rodríguez.


¿Quién es el creador de la historia?

«El teatro solo existe si es representado ya que la lectura de sus textos dramáticos es casi inexistente. Si a eso añadimos la fugacidad del hecho teatral, estamos acudiendo a un acto que es en sí mismo el más efímero de todas las artes.
La literatura dramática permanece, pero ¿a quién le importa? ¿Quién elige una obra de teatro como libro de cabecera? Quizás solo los actores que buscan nuevos personajes y los directores que buscan nuevos textos.
Por lo tanto, el autor solo existe si hay un director o directora dispuesto a dirigir y poner en escena su texto. La labor dramatúrgica es una labor que depende absolutamente de la voluntad de otro, en este caso el director o directora de escena, que además la hace suya hasta el punto de “adueñarse” y pasa a ser el protagonista de la historia.
Pero ¿quién es el creador de la historia? Ocurre en las palabras de uno, pero es llevado a la realidad y hecho carne por parte de otro. Es sin duda una tarea absolutamente cooperativa en la que ambos se necesitan para poder existir.
En el texto dramático existe un diálogo que mantiene el autor con el director a través de las acotaciones, las marcas y cualquier reseña al espacio, luz o tiempo de la escena. El autor dialoga con el director. Escribe para ser leído e interpretado por él. Y se hace necesaria su presencia física porque es la única manera que tiene de persistir en el mundo y llegar lo más lejos posible.
¿Qué hubiera sucedido si Shakespeare no hubiera escrito en papel y a mano sus obras? Nada de ello quedaría.
¿Qué hubiera pasado si ningún editor se hubiera interesado por la obra de García Lorca?
El texto dramático tiene un público muy limitado pero su importancia es vital para mantener la tradición literaria viva. Sería imposible que la gran mayoría de representaciones que hoy acontecen, existiera sin haber sido registradas por escrito por sus autores.
Entonces sí, la autoría es compartida con el director o la directora que hacen posible que aquella fantasía que fue escrita en la mente de alguien, sea llevada a escena sin importar cuándo ni dónde. Los dos, junto a los actores, son creadores de la historia.»